"Jesús es la paz y ha venido a reconciliar el cielo y la tierra (Col. 1,20). Si esto es verdad ¿Cómo podemos entender lo que el mismo Señor ha dicho en el Evangelio: «No penséis que he venido a traer paz a la tierra»? Y que ¿La nieve podrá calentar o dar frió el fuego? ¿La paz podrá no procurar paz?... El designio de Dios, cuando envía a su Hijo, es salvar a los hombres. Y la misión que debía cumplir era establecer la paz en el cielo y sobre la tierra. ¿Por qué entonces no hay paz? Por la debilidad de estos que no han podido acoger el brillo de la luz verdadera...". Eusebio de Cesárea.