Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9

domingo, 18 de agosto de 2019

Grandes corazones

"Es propio de los grandes corazones el descubrir la necesidad más urgente de su época y consagrarse a ella". Jean-Baptiste Henri Lacordaire O.P.

viernes, 16 de agosto de 2019

Alabanzas al Dios Altísimo

1Tú eres santo, Señor Dios único, que haces maravillas (Sal 76,15). 2Tú eres fuerte, tú eres grande (cf. Sal 85,10), tú eres altísimo, tú eres rey omnipotente, tú, Padre santo (Jn 17,11), rey del cielo y de la tierra (cf. Mt 11,25). 3Tú eres trino y uno, Señor Dios de dioses (cf. Sal 135,2), tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero (cf. 1 Tes 1,9). 4Tú eres amor, caridad; tú eres sabiduría, tú eres humildad, tú eres paciencia (Sal 70,5), tú eres belleza, tú eres mansedumbre, tú eres seguridad, tú eres quietud, tú eres gozo, tú eres nuestra esperanza y alegría, tú eres justicia, tú eres templanza, tú eres toda nuestra riqueza a satisfacción. 5Tú eres belleza, tú eres mansedumbre; tú eres protector (Sal 30,5), tú eres custodio y defensor nuestro; tú eres fortaleza (cf. Sal 42,2), tú eres refrigerio. 6Tú eres esperanza nuestra, tú eres fe nuestra, tú eres caridad nuestra, tú eres toda dulzura nuestra, tú eres vida eterna nuestra: Grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso Salvador. San Francisco de Asís.

miércoles, 14 de agosto de 2019

El mal y el bien

Lo que está mal, está mal aunque lo haga todo el mundo. Lo que está bien, está bien aunque no lo haga nadie. San Pío X.

lunes, 12 de agosto de 2019

Dones gratis dados

Asombra que alguien pueda indignarse o mostrar desagrado contra su prójimo porque no sepa cantar o predicar, o no tenga una buena voz, ni memoria, ni elocuencia, ni los demás dones que Dios concede gratuitamente, puesto que solo puede tenerlos aquel a quien le hayan sido dados.
Por eso, en modo alguno debe culparse a un hombre si no goza de tal o cual don. Pues, ¿cómo tendría lo que no ha recibido?
Así pues, no hay que menospreciar a quien no tiene este o aquel don de Dios precisamente por esto: porque no lo ha recibido. Pero quien lo ha recibido, no crea por ello que es mejor, pues son dones gratis dados, y se conceden a buenos y malos.
Pero la divina providencia merece ser alabada en aquel a quien no dio [tales dones], porque con ello le ha evitado el peligro de caer en la soberbia y le brinda la oportunidad de hacerse humilde.
Pues, aunque hubiera tenido [esos dones], no sería por eso, como ya he dicho, mejor a los ojos de Dios, por más que ante los hombres pareciera más respetable y digno de la más alta alabanza. Lanspergio (+ 1539) Enchiridion militiae christianae.

sábado, 10 de agosto de 2019

Treintena a San José


ORACIÓN

¡Oh amabilísimo Patriarca, Señor San José! Desde el abismo de mi pequeñez, dolor y ansiedad, os contemplo con emoción y alegría de mi alma en vuestro solio del cielo, como gloria y gozo de los Bienaventurados, pero también como padre de los huérfanos en la tierra, consolador de los tristes, amparador de los desvalidos, gozo y amor de tus devotos ante el trono de Dios, de tu Jesús y de tu santa Esposa.

Por eso yo, pobre, desvalido, triste y necesitado, a Vos dirijo hoy y siempre mis lágrimas y penas, mis ruegos y clamores del alma, mis arrepentimientos y mis esperanzas; y hoy especialmente os traigo ante vuestro altar y vuestra imagen una pena que consoléis, un mal que remediéis, una desgracia que impidáis, una necesidad que socorráis, una gracia que obtengáis para mí y para mis seres queridos. 

Y para conmoveros y obligaros a oírme y conseguírmelo, os lo pediré y demandaré durante treinta días continuos en reverencia a los treinta años que vivisteis en la tierra con Jesús y María, y os lo pediré, urgente y confiadamente, invocando todos los títulos que tenéis para compadeceros de mí y todos los motivos que tengo para esperar que no dilataréis el oír mi petición y remediar mi necesidad; siendo tan cierta mi fe en vuestra bondad y poder, que al sentirla os sentiréis también obligado a obtener y darme más aún de lo que os pido, y deseo.

***

1.- Os lo pido por la bondad divina que obligó al Verbo Eterno a encarnarse y nacer en la pobre naturaleza humana, como Dios de Dios, Dios Hombre, Dios del Hombre, Dios con el Hombre.

2.- Os lo suplico por vuestra ansiedad de sentiros obligado a abandonar a vuestra santa Esposa, dejándola sola, y yendo solo sin ella.

3.- Os lo ruego por vuestra resignación dolorosísima para buscar un establo y un pesebre para palacio y cuna de Dios, nacido entre los hombres, que le obligan a nacer entre animales.

4.- Os lo imploro por la dolorosísima y humillante circuncisión de vuestro Jesús, y por el santo y dulcísimo nombre que le impusisteis por orden del Eterno para consuelo, amor y esperanza nuestra.

5.- Os lo demando por vuestro sobresalto al oír del Ángel la muerte decretada contra vuestro Hijo Dios, por vuestra obedientísima huida a Egipto, por las penalidades y peligros del camino, por la pobreza del destierro, y por vuestras ansiedades al volver de Egipto a Nazaret.

6.- Os lo pido por vuestra aflicción dolorosa de tres días al perder a vuestro Hijo, y por vuestra consolación suavísima al encontrarle en el templo; por vuestra felicidad inefable de los treinta años que vivisteis en Nazaret con Jesús y María sujetos a vuestra autoridad y providencia.

7.- Os lo suplico y espero por el heroico sacrificio, con que ofrecisteis la víctima de vuestro Jesús al Dios Eterno para la cruz y para la muerte por nuestros pecados y nuestra redención.

8.- Os lo demando por la dolorosa previsión, que os hacía todos los días contemplar aquellas manos infantiles, taladradas un día en la Cruz por agudos clavos; aquella cabeza que se reclinaba dulcísimamente sobre vuestro pecho, que debía ser coronada de espinas; aquel cuerpo divino que estrechabais contra vuestro corazón, que luego verías ensangrentado y extendido sobre los brazos de la Cruz; aquel último momento en que le veíais expirar y morir por mí, por mi alma, por mis pecados.

9.- Os lo imploro por vuestro dulcísimo tránsito de esta vida en los brazos de Jesús y María. y vuestra entrada en el Limbo de los Justos en el cielo, donde tenéis vuestro trono de poder.

10.- Os lo pido por vuestro gozo y vuestra gloria, cuando contemplasteis la Resurrección de vuestro Jesús, su subida y entrada en los cielos y su trono de Rey inmortal de los siglos.

11.- Os lo suplico por vuestra dicha inefable cuando visteis salir del sepulcro a vuestra santísima Esposa, resucitada, y ser subida a los cielos por ángeles, y coronada por el Eterno, y entronizada en un solio junto al vuestro como Madre, Señora y Reina de los ángeles y hombres.

12.- Os lo ruego por vuestra entrega inefable y permanente a la Sagrada Familia que presidias, donde fuiste dueño y esclavo de la castidad perfecta que imperaba en tu ser por el expreso asentimiento que asumisteis en beneficio de la Redención de las almas.

13.- En fin, os lo imploro, ruego y espero confiadamente por vuestros trabajos, penalidades y sacrificios en la tierra, por vuestros triunfos y gloria feliz bienaventuranza en el Cielo con vuestro Hijo Jesús y vuestra esposa Santa María.

¡Oh mi buen San José! Yo, inspirado en las enseñanzas de la Santa Iglesia Católica y de sus Doctores y Teólogos me siento alentado y obligado a pediros, suplicaros y esperar me obtengáis de Dios la grande y extraordinaria gracia que impetro hoy ante este vuestro altar e imagen y ante vuestro trono de bondad y poder en el cielo: la espero Santo Patriarca.

(Padrenuestro, tres Ave María y Gloria)

jueves, 8 de agosto de 2019

La santa pobreza

"La pobreza, que en sí misma no es amable, ya que es una privación y un castigo, aparece llena de encantos en Jesucristo, que la ennoblece y hace de ella la forma de su vida, el fundamento de su Evangelio, y la primera de sus bienaventuranzas, su heredad divina...". San Pedro Julián Eymard.

martes, 6 de agosto de 2019

Restaurar todas las cosas en Cristo

“Ante la sociedad humana sólo queremos ser Ministro de Dios, de cuya autoridad somos depositarios. Los intereses de Dios serán nuestros intereses, por los cuales estamos decididos a desgastar todas nuestras fuerzas y hasta la vida misma, y si alguno nos pidiese una consigna, como expresión de nuestra decidida voluntad, siempre daremos ésta y no otra: “Restaurar todas las cosas en Cristo”, para que Cristo sea todo en todos. Arrancados el enorme crimen de la apostasía de todo orden sobrenatural, tan propia de nuestro tiempo, en la que la sociedad ha caído, hay que devolver el honor debido a las leyes santísimas y a los consejos del Evangelio; afirmar la verdad y la doctrina de la Iglesia acerca de la santidad del matrimonio cristiano, la educación de la juventud, la posesión y el uso de los bienes, los deberes hacia quienes llevan las riendas del gobierno, hay que restituir el equilibrio entre las diversas clases sociales según las normas de las prescripciones y de las costumbres cristianas". San Pío X al anunciar su Pontificado al mundo.

domingo, 4 de agosto de 2019

No abandonar la oración

"Lejos de abandonar la oración, hagámosla con valentía, como el soldado que permanece en su puesto desafiando el peligro y la fatiga, o como el labrador que se inclina constantemente sobre el surco de la tierra a pesar de la inclemencia". Dom Vital Lehodey.

viernes, 2 de agosto de 2019

Falso ecumenísmo

"Podrá parecer que dichos “pancristianos”, tan atentos a unir las iglesias, persiguen el fin nobilísimo de fomentar la caridad entre todos los cristianos. Pero, ¿cómo es posible que la caridad redunde en daño de la fe? Nadie, ciertamente, ignora que San Juan, el Apóstol mismo de la caridad, el cual en su Evangelio parece descubrirnos los secretos del Corazón Santísimo de Jesús, y que solía inculcar continuamente a sus discípulos el nuevo precepto Amaos unos a los otros, prohibió absolutamente todo trato y comunicación con aquellos que no profesasen, íntegra y pura, la doctrina de Jesucristo: Si alguno viene a vosotros y no trae esta doctrina, no le recibáis en casa, y ni siquiera le saludéis (Juan; 2, 10.). Siendo, pues, la fe íntegra y sincera, corno fundamento y raíz de la caridad, necesario es que los discípulos de Cristo estén unidos principalmente con el vínculo de la unidad de fe". Pío XI, Carta Encíclica “Mortalium animos”, Nº 13, 6 de enero de 1928.

miércoles, 31 de julio de 2019

Personas que yo comprendo

“Dame personas enamoradas: ellas saben lo que yo entiendo. Dame los que anhelan; dame los que tienen hambre; dame a los que están caminando lejos, en el desierto, que tienen sed y suspiran por la fuente del país eterno. Dame este tipo de personas: son los que yo comprendo. Pero si hablo a personas frías, son incapaces de entenderme”.San Agustín, Comentario al Evangelio de San Juan, 26, 4.

lunes, 29 de julio de 2019

Ninguna fe nueva

"No aceptamos ninguna fe nueva de las que otros nos prescriben ni tenemos la osadía de transmitir como doctrina los productos de nuestras propias reflexiones o de transformar las palabras humanas. Al igual que los Santos Padres nos instruyeron a nosotros, nosotros instruimos a aquellos que nos interrogan". San Basilio el Grande, Ep. 140, 2 Ad Eccl. Ant.)

sábado, 27 de julio de 2019

Tiempo propicio

“El tiempo presente es tiempo de reconocer nuestros pecados. Reconoce el mal que has hecho, de palabra o de obra, de día o de noche. Reconócelo ahora que es el tiempo propicio, y en el día de la salvación recibirás el tesoro celeste.
Limpia tu recipiente, para que sea capaz de una gracia más abundante, porque el perdón de los pecados se da a todos por igual, pero el don del Espíritu Santo se concede a proporción de la fe de cada uno. Si te esfuerzas poco, recibirás poco, si trabajas mucho, mucha será tu recompensa. Corres en provecho propio; mira, pues, tu conveniencia.
Si tienes algo contra alguien, perdónalo. Vienes para alcanzar el perdón de los pecados: es necesario que tú también perdones al que te ha ofendido”. San Cirilo de Jerusalén, Catequesis.

jueves, 25 de julio de 2019

Inseparables

“Separar el tabernáculo del altar sería lo mismo que separar dos cosas que por su naturaleza deben permanecer unidas”. Pío XII.

martes, 23 de julio de 2019

Mezcla de la verdad y el error

“Creo que uno de los venenos más activos y eficaces con que cuenta el infierno es la mezcla de la verdad y el error, de lo bueno y de lo malo… Yo he gritado contra ese mal, y aún he sufrido por gritar; no me arrepiento de haber gritado: si en este punto tengo que arrepentirme, será de no haber gritado más. La fe se va perdiendo: el liberalismo ha ganado lo indecible y esta espantosa realidad proclama con tristísima evidencia el más completo fracaso de la pretendida concordia entre católicos y liberales. No cabe la tal concordia sin perjuicio del catolicismo”. Mons. Ezequiel Moreno, Obispo de Pasto, Colombia.

domingo, 21 de julio de 2019

Nada tenéis que temer

“Valor, Padre mío. Sed hombre. Os digo que nada tenéis que temer... No seáis un niño tímido. Sed hombre, y tomad como dulce lo que es amargo... Obrad virilmente, que Dios está de vuestra parte. Ocupaos en ello sin ningún temor; y por más que veáis fatigas y tribulaciones, no temáis, confortaos con Cristo, dulce Jesús. Que entre las espinas nace la rosa, y entre muchas persecuciones brota la reforma de la Iglesia”. Santa Catalina de Siena al Papa Gregorio XI mientras residía en Aviñón.

viernes, 19 de julio de 2019

Fabricantes de errores

“No es necesario buscar a los fabricantes de errores entre los enemigos abiertos, sino que, con grande y angustioso dolor, los vemos introducidos en el seno mismo de la Iglesia, y son por ello tanto más peligrosos cuanto que son más difíciles de descubrir. Nos referimos, Venerables Hermanos, a tantos seglares y, lo que es más lastimoso, a tantos sacerdotes que, con un falso amor a la Iglesia, sin ningún sólido fundamento filosófico ni teológico, incluso impregnados de doctrinas envenenadas, que inoculan hasta la médula de los huesos de la Iglesia, se alzan como reformadores, con una absoluta falta de humildad; como ejército compacto arremeten contra lo que de más santo hay en la obra de Cristo”. San Pío X, Encíclica Pascendi Dominici Gregis.

miércoles, 17 de julio de 2019

Tiempos actuales

“Los actuales tiempos nos piden una fe más vigorosa, una moral más pura, una caridad más ardiente y una prontitud mayor para el sacrificio, semejante a los primeros tiempos de la Iglesia...y nuestro deber, el deber del episcopado, el del clero y el de los fieles, es de prepararse al futuro encuentro de Cristo con el mundo”. Pío XII, 2 de Junio de 1942.

lunes, 15 de julio de 2019

Respeto debido a la Verdad

"El respeto de todas las religiones sean lo falsas o perversas que sean no es más que la orgullosa negación del respeto debido a la Verdad. Para amar sinceramente lo verdadero y el bien, es necesario no tener ninguna simpatía hacia el error y el mal. Para amar verdaderamente al pecador y contribuir a su salvación, es preciso detestar el mal que está en él". R.P. Reginald Garrigou-Lagrange, O.P.

sábado, 13 de julio de 2019

Universo tridimensional

“En los días de fe, los hombres vivían en un universo tridimensional: arriba los cielos, debajo el infierno y la tierra entre ambos (…) Pero desde hace unos dos siglos, desde que los hombres comenzaron a perder la fe en Dios, también fueron siendo dejadas las otras grandes verdades eternas. La moralidad comenzó a declinar y los hombres ya no se vieron a sí mismos como habitantes del universo tri-dimensional. Redujeron la vida a una sola dimensión: la superficie plana de la tierra; creyeron sentir que, gracias a la ciencia, a la evolución y al inevitable progreso, sería posible para cada uno llegar a ser una especie de dios y disfrutar en la tierra de su cielo”. Mons. Fulton J. Sheen.

jueves, 11 de julio de 2019

Las cosas a la luz de Dios

“Si consideramos las cosas a la luz de Dios, hemos de llegar a la conclusión de que muchas veces los males en este mundo no son males, los bienes no son bienes, hay desgracias que son golpes de la Providencia y éxitos que son un castigo”. Dom Vital Lehodey.

martes, 9 de julio de 2019

Palabras confusas

"Como escribe Jerónimo, por las palabras proferidas confusamente, se viene a parar en la herejía. Por lo que con los herejes no debemos tener en común ni siquiera las palabras, para que no dé la impresión de que favorecemos su error". Santo Tomas de Aquino, S.Th, III, q. 16, art. 8.

domingo, 7 de julio de 2019

Combatidos, pero no derrotados

"El diablo no puede dominar a los siervos de Dios que de todo corazón confían en El. Puede, sí, combatirlos, pero no derrotarlos". Pastor de Hermas, Epilogo sobre los Mandamientos, 2.

viernes, 5 de julio de 2019

La pureza de la fe

“Ya en los tiempos apostólicos hubo hombres perversos que, por interés y ambición, turbaban y corrompían en el pueblo la pureza de la fe con abominables errores. Se opusieron a ellos los apóstoles con la predicación, con los escritos y con las infalibles sentencias del primer concilio que celebraron en Jerusalén. Desde entonces acá, no ha cesado el espíritu de las tinieblas en sus ponzoñosos ataques contra la Iglesia y las divinas verdades de que es depositaria indefectible; y suscitando constantemente nuevas herejías, ha ido atentando uno tras otro contra todos los dogmas de la religión cristiana.” Catecismo de san Pío X.

miércoles, 3 de julio de 2019

Ninguna fe nueva

“No aceptamos ninguna fe nueva de las que otros nos prescriben ni tenemos la osadía de transmitir como doctrina los productos de nuestras propias reflexiones o de transformar las palabras humanas. Al igual que los Santos Padres nos instruyeron a nosotros, nosotros instruimos a aquellos que nos interrogan”. San Basilio el Grande, Epístola 140, 2.

lunes, 1 de julio de 2019

Injurias

"Entre los cristianos no es miserable el que padece la injuria, sino el que la hace". San Jerónimo.

sábado, 29 de junio de 2019

Oro cubierto de barro

"Cuando no sepáis si un Sacerdote es o no digno del elevado ministerio que se le ha cometido, guardaos de despreciarle, pues esto sería obrar contra el precepto de Jesucristo: porque el oro, aunque tal vez esté cubierto de barro, no por eso pierde su esplendor y su belleza, ni recibe disminución alguna. San Efrén, de Sacerd., sent. 1.

jueves, 27 de junio de 2019

La verdad

"La verdad puede estar detenida y encarcelada, pero no puede ser vencida: ésta se contenta con el corto número de los que la siguen, y no se asusta con la multitud de contrarios que la combaten. San  Jerónimo.

sábado, 2 de febrero de 2019

Sacerdotes dormidos

¡Vosotros sacerdotes, que no os movéis! ¡Estáis dormidos y el redil arde por todos lados! ¡No hacéis nada! ¡Como llorareis por eso un día! ¡Si tan solo hubierais dicho un Pater! (…) ¡Veo tantos traidores! No soportan que se diga: «esto va mal». Todo está bien a sus ojos con tal de que puedan glorificarse con el mundo! Beata Ana Catalina Emmerich, (AA.III.184).

jueves, 31 de enero de 2019

Heridas de la Iglesia

“Vosotros debéis luchar con energía, ya que conocéis muy bien las grandes heridas que ha sufrido la inmaculada Esposa de Jesucristo y cuán vigoroso es el ataque destructivo de sus enemigos”. Papa Pío IX.

martes, 29 de enero de 2019

Resguardar la fe


“Debéis trabajar con mucho cuidado y diligencia para resguardar la fe en medio de esta gran conspiración de hombres perversos que tratan de mutilarla y destruirla”. Papa Gregorio XVI, Encíclica Mirari vos.

domingo, 27 de enero de 2019

Llamado

Hemos sido llamados para curar las heridas, para unir lo que se ha venido abajo y para llevar a casa a los que han perdido su camino. San Francisco de Asís.

viernes, 25 de enero de 2019

Mentalidad "horizontalista"

“Hoy, a esta dificultad general para entender los valores puramente espirituales, se añade otra no menor, debida a una mentalidad “horizontalista”, que conduce más o menos conscientemente a un humanismo intrascendente y a no ver en la Iglesia otros fines que los sociológicos”. Los Cartujos, Diálogos en Miraflores, 1981, pág. 136.

miércoles, 23 de enero de 2019

Batalla decisiva

Padre, la Santísima Virgen está triste, porque nadie hace caso a su mensaje, ni los buenos ni los malos. Los buenos porque prosiguen su camino de bondad pero sin hacer caso a este mensaje. Los malos porque no viendo el castigo de Dios actualmente sobre ellos, a causa de sus pecados, prosiguen también su camino de maldad. Pero créame, Padre, Dios va a castigar al mundo, y lo va a castigar de una manera tremenda…
Padre el demonio está librando una batalla decisiva contra la Virgen; y como sabe qué es lo que más ofende a Dios y lo que, en menos tiempo, le hará ganar mayor número de almas, está tratando de ganar a las almas consagradas a Dios, ya que de esta manera también deja el campo de las almas al desamparo, y más fácilmente se apodera de ellas.
Dígales también, Padre, que mis primos Francisco y Jacinta se sacrificaron porque vieron siempre a la Santísima Virgen muy triste en todas sus apariciones. Nunca se sonrió con nosotros, y esa tristeza y angustia que notábamos en la Santísima Virgen, a causa de las ofensas a Dios y de los castigos que amenazaban a los pecadores, nos llegaban al alma. Lo segundo que santificó a los niños fue la visión del infierno.
Padre, no esperemos que venga de Roma una llamada a la penitencia, de parte del Santo Padre, para todo el mundo: ni esperemos tampoco que venga de parte de los señores Obispos para cada una de sus diócesis: ni siquiera tampoco de parte de las Congregaciones Religiosas. No: ya nuestro Señor usó muchas veces de estos medios y el mundo no le ha hecho caso. Por eso, ahora, ahora que cada uno de nosotros comience por sí mismo su reforma espiritual: que tiene que salvar no sólo su alma, sino salvar a todas las almas que Dios ha puesto en su camino.
Por esto mismo Padre, no es mi misión indicarle al mundo los castigos materiales que ciertamente vendrán sobre al tierra si el mundo antes no hace oración y penitencia. No, mi misión es indicarle a todos lo inminente del peligro en que estamos de perder para siempre nuestra alma si seguimos aferrados al pecado.
Padre, la Santísima Virgen no me dijo que nos encontramos en los últimos tiempos del mundo, pero me lo dio a demostrar por tres motivos:
-el primero porque me dijo que el demonio está librando una batalla decisiva con la Virgen, y una batalla decisiva es una batalla final, en donde se va a saber de qué partido es la victoria, de qué partido es la derrota. Así que ahora o somos de Dios o somos del demonio.
-Lo segundo porque me dijo que dos eran los últimos remedios que Dios daba al mundo: el santo Rosario y la devoción al Inmaculado Corazón de María.
-Y tercero, porque siempre en los planos de la Divina Providencia, cuando Dios va a castigar al mundo, agota antes todos los demás medios, y cuando ha visto que el mundo no le ha hecho caso a ninguno de ellos, entonces, como si dijéramos a nuestro modo imperfecto de hablar, nos presenta con cierto temor el último medio de salvación, su Santísima Madre. Porque si despreciamos y rechazamos este último medio, ya no tendremos perdón del cielo, porque hemos cometido un pecado que, en el Evangelio suele llamarse pecado contra el Espíritu Santo: que consiste en rechazar abiertamente, con todo conocimiento y voluntad, la salvación que se presenta en las manos; y también porque nuestro Señor es muy buen hijo; y no permite que ofendamos y despreciemos a su Santísima Madre, teniendo como testimonio patente la historia de varios siglos de la Iglesia que con ejemplos terribles nos indica como Nuestro Señor siempre ha salido en defensa del honor de su Santísima Madre”. Entrevista de Sor Lucía con el P. Fuentes, 1957.