Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Cristo es la luz verdadera

"Considerando que Cristo es la luz verdadera sin mezcla posible de error alguno, nos damos cuenta de que también nuestra vida ha de estar iluminada con los rayos de la luz verdadera. Los rayos del sol de la justicia son las virtudes que de él emanan para iluminarnos y, obrando en todo a plena luz, nos convirtamos también nosotros en luz y, según es propio de la luz, iluminemos a los demás con nuestras obras". San Gregorio de Nisa, Tratado sobre la ejemplaridad del cristiano.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Ser útil a las almas del prójimo

"Tú, por tanto, que deseas ser útil a las almas del prójimo, primero acude a Dios de todo corazón y pídele simplemente esto: que se digne infundir en ti aquella caridad que es el compendio de todas las virtudes, ya que ella te hará alcanzar lo que deseas". San Vicente Ferrer, O.P., Trat. de la vida espiritual, 13.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Sin límites

"La doctrina de Cristo se ha de extender por la tierra y el mar, sin más limites que el mundo mismo". San Crisóstomo, Homilía sobre San Mateo, 15.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Feliz Navidad!

Él, niño de pecho, para que tú puedas ser un hombre perfecto; Él, envuelto en pañales, para que tú quedes libre del lazo de la muerte; Él, en el pesebre, para que tú puedas estar cerca del altar; Él en la tierra para que tú puedas vivir sobre las estrellas. Él, un esclavo,para que nosotros seamos hijos de Dios. ¡Qué increíble valor debe tener nuestra vida  para que Dios venga a vivirla de tal manera!  Pero ¡qué increíble amor para quererlo hacer!  Hoy, cerca de la cueva de Belén, no es día de decir: "Dios mío, te quiero". Es el día de asombrarse diciendo:" ¡Dios mío, cómo me quieres Tú!" San Ambrosio de Milán.

martes, 23 de diciembre de 2014

Dar gracias a Dios

“Desde el primer Adán hasta el de hoy, fatiga y sudor, cardos y espinas. ¿;Acaso ha caido sobre nosotros el diluvio? ¿O aquellos tiempos difíciles de hambre y de guerras, de los cuales se escribió precisamente para que no murmuremos del tiempo presente contra Dios? ¿Cuáles fueron aquellos tiempos! No es verdad que todos, al leer sobre ellos, nos horrorizamos? Por esto, más que murmurar de nuestro tiempo, lo que debemos hacer es dar gracias por él”. San Agustín de Hipona.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Los cuidados de Dios

“No dejes nunca de dar gracias a Dios con todo tu corazón y darle gracias, sobre todo, por los cuidados de que te rodea, y pídele en todo momento que no te falte la ayuda que sólo El te puede dar”. J. Pecci, León XIII, Práctica de la humildad, 43.

viernes, 19 de diciembre de 2014

El espíritu de dulzura

“El espiritu de dulzura es el verdadero espiritu de Dios [...] Puede hacerse comprender la verdad y amonestar siempre que se haga con dulzura. Hay que sentir indignación contra el mal y estar resuelto a no transigir con él; sin embargo, hay que convivir dulcemente con el prójimo”. San Francisco de Sales,  Epistolario.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

No ser ingratos

“Es menester sacar fuerzas de nuevo para servir y procurar no ser ingratos, porque con esa condición las da el Señor; que si no usamos bien del tesoro y del gran estado en que nos pone, nos lo tornará a tomar y nos quedaremos muy más pobres, y dará Su Majestad las joyas a quien luzca y aproveche con ellas a sí y a los otros. Pues, ¿cómo aprovechará y gastará con largueza el que no entiende que está rico? Es imposible, conforme a nuestra naturaleza, a mi parecer, tener ánimo para cosas grandes quien no entiende está favorecido de Dios; porque somos tan miserables y tan inclinados a cosas de tierra, que mal podrá aborrecer todo lo de acá de hecho con gran desasimiento, quien no entiende tiene alguna prenda de lo de allá”. Santa Teresa de Jesús, O.C.D., Vida, 10, 3.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Lectura espiritual

“La lectura espiritual nos prepara para la oración y para la práctica de las virtudes (…) la lectura y la oración son las armas con que se vence al demonio y se conquista el cielo”. San Bernardo de Clairvaux.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Opiniones ajenas

“De nada debe huir el hombre prudente tanto como de vivir según la opinión de los demás”. San Basilio Magno, Discurso a los jóvenes.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Todo lo bueno es de Dios

“Da gloria a Dios por el feliz éxito de los asuntos que te han sido encomendados, y no te atribuyas a ti mismo más que los fallos que haya habido; sólo éstos te pertenecen, todo lo bueno es de Dios y a El se debe la gloria y gratitud”. J. Pecci, León XIII, Práctica de la humildad, 45.

martes, 9 de diciembre de 2014

Dedicar algunos minutos a Dios

“Nos parece demasiado dedicarle algunos minutos para agradecer las gracias que en todo momento nos concede! Quieres dedicarte a tu tarea, dices. Pero, amigo mio, te engañas miserablemente, ya que tu tarea no es otra que agradar a Dios y salvar tu alma; todo lo demás no es tu tarea: si tú no la haces, otros la harán; mas si pierdes el alma, quién la salvará?” San Juan María Vienney, Cura de Ars, Sermón sobre la oración.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Amistad según Dios

"Esta es la verdadera, la perfecta, la estable y constante amistad: la que no se deja corromper por la envidia; la que no se enfría por las sospechas; la que no se disuelve por la ambición; la que, puesta a prueba de esta manera, no cede; la que, a pesar de tantos golpes, no cae; la que, batida por tantas injurias, se muestra inflexible". Beato Elredo de Rievalux, Tratado sobre la amistad espiritual, 3.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Alegría espiritual

“La alegría espiritual es el principal remo en esta navegación nuestra”. San Pedro de Alcántara, O.F.M., Tratado de la oración y meditación.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Alegría verdadera

“Perdemos la alegría verdadera por el deleite de las cosas temporales”. San Gregorio Magno, Homilía 2 sobre los Evangelios.

lunes, 1 de diciembre de 2014

Gozo en el Espíritu Santo

“No dijo San Pablo que el reino de Dios consistía en la alegría de una manera general y absoluta, sino que precisa y especifica que se trata de una alegría o gozo en el Espíritu Santo. El sabía de sobra que existe otra alegría, una alegría reprensible de la cual está escrito: El mundo se alegrará. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís, porque lloraréis! (Lc 6, 25; Jn 16, 20)”. Casiano, Colaciones, 1, 14.