Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9

domingo, 29 de abril de 2012

Abstenerse de pecar

"Es una cosa arriesgada y peligrosa que un hombre juzgue a otro; cada uno debe estar atento a abstenerse de este pecado. Porque el que es la Verdad dijo: "Con la medida con la que midáis, seréis medidos". Si eres muy misericordioso, encontrarás gran misericordia; si lo eres poco, encontrarás allí poco; si no tienes misericordia, tampoco la encontrarás allí para ti. Debemos probar y ejercer esta misericordia interiormente, en su voluntad profunda, de tal modo que sientas una compasión profunda y sincera por tu prójimo, siempre que lo veas sufrir, y que le pidas a Dios de todo corazón que le consuele.
Si puedes socorrerlo exteriormente, con algún consejo o algún donativo, con palabras o con obras, lo harás en la medida de lo posible. Si no puedes hacer mucho, haz sin embargo algo, sea una obra de misericordia interior o exterior: dile por lo menos, una buena palabra. De este modo, cumples con lo que le debes, y encontrarás a un Dios misericordioso". Juan Taulero, Primer Sermón para el IV domingo después de la Trinidad.

viernes, 27 de abril de 2012

En la noche oscura que pesa sobre el mundo

"En la noche oscura que pesa sobre el mun­do, la desatada tempestad barre violentamente las nubes, que se amontonan en el cielo negro, pero siempre dejan entrever también en el horizonte el rosa pálido de la aurora, que es preludio de días serenos en el camino triunfal del sol de verdad, de justicia y de amor, Cristo Jesús, Salvador y Señor nuestro". Pío XII, Discurso a los predicadores de Cuaresma de Roma, año 1948.

miércoles, 25 de abril de 2012

Nos llama el mismo a quien despreciamos

"El que antes de la culpa nos prohibió pecar, una vez aquella cometida, no cesa de esperarnos para concedernos su perdón. Ved que nos llama el mismo a quien despreciamos. Nos separamos de Él, mas Él no se separa de nosotros". San Gregorio Magno, Hom. 34 sobre los Evangelios.

lunes, 23 de abril de 2012

Nadie lo ayudó

"El Señor fue flagelado, y nadie le ayudó; fue afeado con salivas, y nadie le amparó; fue coronado de espinas, y nadie le protegió; fue crucificado, y nadie le desclavó". San Agustín, Comentario al Salmo 21, 2, 8.

sábado, 21 de abril de 2012

Leamos la Pasión del Señor

"Leamos constantemente la Pasión del Señor. ¡Qué rica ganancia, cuánto provecho sacaremos! Porque al contemplarle sarcásticamente adorado, con gestos y con acciones, y hecho blanco de burlas, y después de esta farsa abofeteado y sometido a los últimos tormentos, aun cuando fueres más duro que una piedra, te volverás más blando que la cera, y arrojarás toda soberbia de tu alma". San Juan Crisóstomo, Homilías sobre San Mateo, 87, 1.

jueves, 19 de abril de 2012

No querer con amor menguado

"No está permitido querer con amor menguado (...), pues debéis llevar grabado en vuestro corazón al que por vosotros murió clavado en la Cruz". San Agustín, Sobre la santa virginidad, 55.

martes, 17 de abril de 2012

Hoy tu tierra nos ha germinado al Salvador

"¡Oh María!, hoy tu tierra nos ha germinado al Salvador... ¡Oh María! Bendita seas entre todas las mujeres por todos los siglos... Hoy la Deidad se ha unido y amasado con nuestra humanidad tan fuertemente que jamás se pudo separar ya esta unión ni por la muerte ni por nuestra ingratitud". Santa Catalina de Siena, Elevaciones, 15.

domingo, 15 de abril de 2012

Una digna casa

"Porque así como, cuando determinó criar al primer hombre, le aparejó primero la casa en que le había de aposentar, que fue el Paraíso terrenal, así cuando quiso enviar al mundo el segundo, que fue Cristo, primero le aparejó lugar para lo hospedar: que fue el cuerpo y alma de la Sacratísima Virgen". Fray Luis de Granada, Vida de Jesucristo, 1.

viernes, 13 de abril de 2012

Acudamos a María

"Acudamos a la esposa del Señor, acudamos a su madre, acudamos a su más perfecta esclava. Pues todo esto es María.
¿Y qué es lo que le ofrecemos? ¿Con qué dones le obsequiaremos? ¡Ojalá pudiéramos presentarle lo que en justicia le debemos! Le debemos honor, porque es la madre de nuestro Señor. Pues quien no honra a la madre sin duda que deshonra al hijo. La Escritura, en efecto, afirma: Honra a tu padre y a tu madre.
¿Qué es lo que diremos, hermanos? ¿Acaso no es nuestra madre? En verdad, hermanos, ella es nuestra madre. Por ella hemos nacido no al mundo, sino a Dios.
Como sabéis y creéis, nos encontrábamos todos en el reino de la muerte, en el dominio de la caducidad, en las tinieblas, en la miseria. En el reino de la muerte, porque habíamos perdido al Señor; en el dominio de la caducidad, porque vivíamos en la corrupción; en las tinieblas, porque habíamos perdido la luz de la sabiduría, y, como consecuencia de todo esto, habíamos perecido completamente. Pero por medio de María hemos nacido de una forma mucho más excelsa que por medio de Eva, ya que por María ha nacido Cristo. En vez de la antigua caducidad, hemos recuperado la novedad de vida; en vez de la corrupción, la incorrupción; en vez de las tinieblas, la luz". Beato Elredo de Rievaulx, Sermón 20, en la Natividad de Santa María.

miércoles, 11 de abril de 2012

Formar la imagen del alma

"Sigue sacando las mismas exhortaciones, y nunca con pereza; actúa siempre con amabilidad y gracia. ¿No ves con qué cuidado los pintores unas veces borran sus trazos, otras los retocan, cuando tratan de reproducir un bello rostro? No te dejes ganar por los pintores. Porque si tanto cuidado ponen ellos en la pintura de una imagen corporal, con mayor razón nosotros, que tratamos de formar la imagen de un alma, no dejaremos piedra por mover a fin de sacarla perfecta". San Juan Crisóstomo, Homilías sobre el Evangelio de San Mateo, 30.

lunes, 9 de abril de 2012

Providencia de Dios

"A los que Dios elige para algo los prepara y dispone de tal modo que sean idóneos para ello". Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica, 3, q. 27, a. 4, c.

sábado, 7 de abril de 2012

Dios dispone armoniosamente todas las cosas

"La gracia, antes velada en el Antiguo Testamento, ha sido revelada plenamente en el evangelio de Cristo por una disposición armoniosa de los tiempos, tal como Dios tiene por costumbre disponer armoniosamente todas las cosas... Pero, dentro de esta admirable armonía uno constata una gran diferencia entre dos épocas. En el Sinaí, el pueblo no se atrevía acercarse al lugar donde el Señor dio su Ley. En el cenáculo, el Espíritu Santo desciende sobre aquellos que se habían reunido esperando el cumplimiento de la promesa (cf Ex 19,23; Hch 2,1) Antes, el dedo de Dios había grabado sus leyes sobre tablas de piedra; ahora la ha escrito en los corazones de los hombres (2Cor 3,3) Antes, la Ley estaba escrita por fuera e inspiraba miedo a los pecadores; ahora, les es dada interiormente para justificarlos...
En efecto, como lo dice el apóstol Pablo, todo lo que está escrito en tablas de piedra: -No cometerás adulterio, no matarás, no codiciarás-, y otras cosas semejantes se resumen en el único mandamiento: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» (Lev 19,18) El amor al prójimo no hace mal a nadie. La plenitud de la Ley es el amor (Rm 13, 9-10)... Este amor ha sido «derramado en vuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado.» (Rm 5,5)". San Agustín de Hipona, Del espíritu y la letra, 28-30.

jueves, 5 de abril de 2012

La llama del amor

"La primera palabra que nuestro Señor pronunció sobre la cruz fue una oración por aquellos que le crucificaban; hizo lo que escribe San Pablo: "Cristo, en los días de su vida mortal..., presentó oraciones y súplicas " (He 5,7). Por cierto, que los crucificaban a nuestro divino Salvador no lo conocían..., porque si lo hubieran conocido no lo habrían crucificado (1Co 2,8).
Nuestro Señor pues, viendo la ignorancia y la debilidad de los que le atormentaban, comenzó a excusarles y a ofrecer por ellos este sacrificio a su Padre celeste, porque la oración es un sacrificio...: «Padre, perdónales porque no saben lo que hacen" (Lc 23,34). Qué grande era la llama de amor que ardía en el corazón de nuestro dulce Salvador, que en el culmen de sus dolores, al tiempo que la vehemencia de sus tormentos parecía quitarle el poder de rezar por sí mismo, pudo por la fuerza de su caridad olvidarse de sí mismo, pero no de sus criaturas...
Quería así darnos a entender el amor que nos tenía, que no podía disminuir por ningún tipo de sufrimiento, y enseñarnos a nosotros cómo debe ser nuestro corazón con respecto a nuestro prójimo... Entonces, este divino Señor que se ha entregado para pedir perdón por los hombres, está seguro de que su petición le fue concedida, porque su divino Padre lo amaba demasiado para negarle cualquier cosa que le pidiera". San Francisco de Sales, Sermón para el Viernes santo del año de 1622.

martes, 3 de abril de 2012

Dios habla a quien tiene un corazón humilde

"No dejes de hacer actos de humildad y de amor de cara a Dios y de los hombres. Porque Dios habla a aquel que tiene un corazón humilde ante él y lo enriquece con sus dones.
Si Dios te tiene preparados los sufrimientos de su Hijo y quiere que toques con tu dedo tu propia debilidad, es mejor hacer actos de humildad que perder el ánimo. Haz elevar a Dios una oración de abandono y de esperanza cuando tu fragilidad te causa caídas y agradece al Señor todas las gracias con que te enriquece". P. Pío de Pietrelcina, O.F.M. Cap.

domingo, 1 de abril de 2012

Venid y ascendamos al monte de los Olivos

"Venid, y al mismo tiempo que ascendemos al monte de los Olivos, salgamos al encuentro de Cristo, que vuelve hoy de Betania y, por propia voluntad, se apresura hacia su venerable y dichosa pasión, para llevar a plenitud el misterio de la salvación de los hombres". San Andrés de Creta, Sermón 9 sobre el Domingo de Ramos.