“Hoy, a esta dificultad general para entender los valores puramente espirituales, se añade otra no menor, debida a una mentalidad “horizontalista”, que conduce más o menos conscientemente a un humanismo intrascendente y a no ver en la Iglesia otros fines que los sociológicos”. Los Cartujos, Diálogos en Miraflores, 1981, pág. 136.