¡Vosotros sacerdotes, que no os movéis! ¡Estáis dormidos y el redil arde por todos lados! ¡No hacéis nada! ¡Como llorareis por eso un día! ¡Si tan solo hubierais dicho un Pater! (…) ¡Veo tantos traidores! No soportan que se diga: «esto va mal». Todo está bien a sus ojos con tal de que puedan glorificarse con el mundo! Beata Ana Catalina Emmerich, (AA.III.184).