“Pero el poder de María sobre todos los diablos brillará particularmente en los últimos tiempos, en que Satanás pondrá asechanzas a su talón, es decir, a sus humildes esclavos y a sus pobres hijos, que Ella suscitará para hacerle la guerra. Serán pequeños y pobres, según el mundo, y rebajados ante los otros como el talón, hollados y oprimidos como el talón lo es respecto de los demás miembros del cuerpo; mas, en cambio, serán ricos de las gracias de Dios, que María les distribuirá abundantemente, grandes y exaltados en santidad delante de Dios, superiores a toda criatura por su celo inflamado y tan fuertemente apoyados en el socorro divino, que con la humildad de su talón, en unión de Maria, aplastarán la cabeza del diablo y harán triunfar a Jesucristo”. San Luis María Grignion de Montfort, Tratado de la verdadera devoción, n° 53.