“No os descarriéis entre la niebla, escuchad más bien la voz del pastor. Retiraos a los montes de las Santas Escrituras, allí encontraréis las delicias de vuestro corazón, nada hallaréis allí que os pueda envenenar o dañar, pues ricos son los pastizales que allí se encuentran”. San Agustín, Sermón 46 sobre los pastores.