Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9

domingo, 15 de septiembre de 2013

De Dios o del mundo

“¡Oh, buen Dios! ¡Qué triste vida lleva el que quiere agradar al mundo y a Dios! ¡No amigo, te engañas. Fuera de que vivirás siempre infeliz, no has de conseguir nunca complacer a Dios y al mundo; es cosa tan imposible como poner fin a la eternidad. Oye un consejo que voy a darte, y serás menos desgraciado: entrégate enteramente a Dios o al mundo; no busques ni sigas más que a un amo; pero una vez escogido, no lo dejes ya. ¿Acaso no recuerdas lo que te dice Jesucristo en el Evangelio: «No podéis servir a Dios y al mundo» (Mt 6,24; Lc 16,13), es decir, no puedes seguir al mundo con sus placeres y a Jesucristo con su cruz? No es que te falte trazas para ser, ahora de Dios, ahora del mundo. Digámoslo con más claridad: es lástima que tu conciencia, que tu corazón no te consientan frecuentar por la mañana la sagrada mesa y el baile por la tarde; pasar una parte del día en la iglesia y otra parte en la taberna o en el juego; hablar un buen rato del buen Dios y otro rato de obscenidades o de calumnias contra tu prójimo; hacer hoy un favor a tu vecino y mañana un agravio; en una palabra, ser bueno y portarte bien y hablar de Dios en compañía de los buenos, y obrar el mal en compañía de los malvados”. Santo Cura de Ars, Sermón sobre el respeto humano.