Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9

lunes, 31 de diciembre de 2012

El espíritu de dulzura

“El espíritu de dulzura es el verdadero espíritu de Dios (...). Puede hacerse comprender la verdad y amonestar siempre que se haga con dulzura. Hay que sentir indignación contra el mal y estar resuelto a no transigir con él; sin embargo, hay que convivir dulcemente con el prójimo”. San Francisco de Sales, Epistolario, fragm. 110.

sábado, 29 de diciembre de 2012

No confiar en las propias fuerzas

“Cuando tú deseabas poder por tus solas fuerzas, Dios te ha hecho débil, para darte su propio poder, porque tú no eres más que debilidad”. San Agustín de Hipona, Confesiones, 19, 5.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Graciosísimas y dignísimas manos

“Aquello poco que desees ofrecer, procura depositarlo en aquellas manos de María, graciosísimas y dignísimas de todo aprecio, a fin de que sea ofrecido al Señor sin sufrir de Él repulsa”. San Bernardo, Homilía en la Natividad de la B. Virgen María, 18.

martes, 25 de diciembre de 2012

Señor, yo quisiera ver vuestro rostro

“Oh, corazón mío, dile ahora a Dios: Señor, yo quisiera ver vuestro rostro. Y Vos, Señor Dios mío, enseñad ahora a mi corazón dónde y cómo buscaros, dónde y cómo encontraros” San Anselmo, Proslogion.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Miseria e impotencia

“Dios quiere que tu miseria sea el trono de su misericordia, y tu impotencia la sede de todo su poder”. San Francisco de Sales, Epistolario, fragm. 10.

viernes, 21 de diciembre de 2012

El Reino de Dios no tiene precio

“El Reino de Dios no tiene precio, y sin embargo cuesta exactamente lo que tengas (...). A Pedro y a Andrés les costó el abandono de una barca y de unas redes; a la viuda le costó dos moneditas de plata (cfr. Lc 21, 2); a otro, un vaso de agua fresca (cfr. Mt10, 42)...”. San Gregorio Magno, Homilías sobre los Evangelios.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Nueva eficacia del santo Rosario

“Mire Padre, que la Santísima Virgen, le ha dado una NUEVA EFICACIA a la recitación del Santo Rosario en éstos últimos tiempos que ahora vivimos. Tanta es ésta eficacia que no hay problema alguno, no importando que tan difícil sea, ya sea temporal o sobre todo espiritual, en la vida personal de cada uno de nosotros, de nuestras familias, que no se pueda solucionar con el Rosario. No hay problema alguno, por más difícil que sea, que no se pueda solucionar con la oración del Santo Rosario. Con el Santo Rosario nos salvaremos. Nos santificaremos. Con ello consolaremos a nuestro Señor y obtendríamos la salvación de muchas almas”. Hermana Lucía, entrevista con el Padre Fuentes, 1957.

lunes, 17 de diciembre de 2012

El verdadero médico de nuestras almas

"Acojamos a nuestro Dios y Salvador, el verdadero médico, el único capaz de curar nuestras almas, él que tanto sufrió por nosotros. Llama sin cesar a la puerta de nuestro corazón para que le abramos y le dejemos entrar, para que descanse en nuestras almas, nos lave los pies y los envuelva de perfume y se quede con nosotros. En un lugar del evangelio, Jesús reprende a uno que no le había lavado los pies, y en otro lugar dice: “Mira que estoy llamando a la puerta; si alguien oye mi voz y abre la puerta, entraré en su casa...” (Ap 3,20) Por esto ha soportado tantos sufrimientos, ha entregado su cuerpo a la muerte y nos ha rescatado de la esclavitud: para venir a nosotros y morar en nosotros". San Macario, Homilías espirituales 30,9.

sábado, 15 de diciembre de 2012

Darse a la oración

“Comenzando a quitar ocasiones y a darme más a la oración, comenzó el Señor a hacerme mercedes, como quien deseaba… yo las quisiese recibir”. Santa Teresa de Jesús O.C.D., Vida 23, 2.

jueves, 13 de diciembre de 2012

La ingratitud

“La ingratitud es un viento ardiente, que deseca para sí la fuente de la bondad divina, el rocío de la misericordia, las corrientes de la gracia”. San Bernardo de Clairvaux, In Cant. Serm. 51.

martes, 11 de diciembre de 2012

Descuidarse de todo y de todos

“Lo seguro del alma que tuviere oración será descuidarse de todo y de todos, y tener cuenta consigo y de contentar a Dios”. Santa Teresa de Jesús O.C.D., Vida 13, 10.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Honra de Dios

“Si te preocupa la honra de Dios, no la podrás buscar de modo mejor que trabajando en la salvación de las almas”. San Lorenzo Justiniano, De compunct., p. 2 ª. n. 3.

viernes, 7 de diciembre de 2012

El asno y el hombre

“Con que cae un asno, y se encuentran fácilmente no pocos que se presten a levantarlo, se pierde el hombre y no hay quien lo levante”. San Bernardo de Clairvaux, De cons. 1.4, c.6.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Profundizad en el sentido del Adviento

“Hermanos, a vosotros, como a los niños, Dios revela lo que ha ocultado a los sabios y entendidos: los auténticos caminos de la salvación. Meditad en ellos con suma atención. Profundizad en el sentido de este Adviento. Y, sobre todo, fijaos quién es el que viene, de dónde viene y a dónde viene, para qué, cuándo y por dónde viene. Tal curiosidad es buena. La Iglesia universal no celebraría con tanta devoción este Adviento si no contuviera algún gran misterio”. San Bernardo de Clairvaux, Sermón sobre los seis aspectos del Adviento, 1.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Comenzar a hacer lo que debemos

"Hermanos, no permanezcamos en la despreocupación y la relajación; no dejemos ligeramente, para mañana o aún para más tarde, para comenzar a hacer lo que debemos. «Ahora es la hora favorable, dice el apóstol Pablo, ahora es el día de la salvación » (2Co 6,2). Actualmente es, para nosotros, el tiempo de la penitencia, más tarde será el de la recompensa; ahora es el tiempo de la perseverancia, un día llegará el de la consolación. Dios viene ahora para ayudar a los que se alejan del mal; más adelante Él será el juez de nuestros actos, de nuestras palabras y de nuestros pensamientos como hombres. Hoy nos aprovechamos de su paciencia; en el día de la resurrección conoceremos sus justos juicios, cuando cada uno reciba lo que corresponda a nuestras obras. ¿Cuándo nos decidiremos a obedecer a Cristo que nos llama a su Reino celeste? ¿Es que no nos purificaremos? ¿Es que no nos decidiremos a abandonar nuestra habitual forma de vivir para seguir, a fondo, el Evangelio?". San Basilio Magno, Prólogo a las Grandes Reglas.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Resurrección

"Que nadie tenga duda, si es cristiano, que incluso ahora los muertos resucitan. Ciertamente, todo hombre tiene ojos para ver resucitar a los muertos como resucitó el hijo de la viuda del que nos habla el evangelio. Pero no todos pueden ver resucitar a los hombres que están muertos espiritualmente. Para ello hay que haber resucitado interiormente. Es una obra mayor resucitar a un hombre, para vivir para siempre, que resucitar a alguien para volver a morir más tarde". San Agustín de Hipona, Sermón 98.