“El amor a las sombras hace a los ojos del alma más débiles e incapaces para llegar a ver el rostro de Dios. Por eso, el hombre mientras más gusto da a su debilidad más se introduce en la oscuridad”. San Agustín, Del libre albedrío.
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9