"¡Qué grande, es el corazón del hombre! ¡Qué largo y qué capaz con tal, que sea puro! ¿Quieres tú conocer su grandeza y su largueza? Veas tú los amplios conocimientos divinos que abarca... Date cuenta que su grandeza no viene de su dimensión sino de la fuerza de pensamiento por la que es capaz de conocer tantas verdades... Ahora bien, si él no es pequeño, y si puede coger tantas cosas, puede preparar un camino al Señor y trazar una ruta derecha donde caminará la Palabra, la Sabiduría de Dios. Prepara un camino al Señor con buena conciencia, allana la ruta para que el Verbo de Dios camine en ti sin tropiezos y te dará el conocimiento de sus misterios y de su venida". Orígenes, Homilía 21 sobre San Lucas.