"Mas la providencia de Dios, que quiere que los hombres se salven y vengan al conocimiento de la verdad (I Tm 2, 4), permite en ocasiones, por su magnífica liberalidad, que incluso quien no se ha hecho digno de predicar el Evangelio por una vida irreprochable, obtenga la gracia de la ciencia espiritual para la salvación de muchos". Casiano, Colaciones, 14, 19.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.