Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9

viernes, 1 de abril de 2011

La gracia de predicar el Evangelio

"Mas la providencia de Dios, que quiere que los hombres se salven y vengan al conocimiento de la verdad (I Tm 2, 4), permite en ocasiones, por su magnífica liberalidad, que incluso quien no se ha hecho digno de predicar el Evangelio por una vida irreprochable, obtenga la gracia de la ciencia espiritual para la salvación de muchos". Casiano, Colaciones, 14, 19.

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