"A lo largo de los siglos, dos grandes revoluciones han conmovido la tierra; los llamados dos Testamentos: uno ha hecho pasar a los hombres de la idolatría a la Ley; el otro, de la Ley al Evangelio. Un tercer cambio se prevee: aquel que, de aquí abajo, nos llevará a lo alto donde no hay movimiento ni agitación. Ahora bien, estos dos Testamentos tienen el mismo carácter...: no lo han transformado todo rápidamente desde el primer impulso de su creación...para no hacer las cosas con violencia sino con persuasión. Porque aquello que es impuesto por la fuerza, no es perdurable". San Gregorio Nacianceno, obispo y doctor de la Iglesia, Discurso 31, 25.