"Desde el cielo Dios revela su reprobación de toda impiedad e injusticia de los hombres que tienen la verdad prisionera de la injusticia. Observa la prudencia de Pablo, cómo del tono persuasivo de la exhortación, pasa al más vehemente de la amenaza. Después de haber dicho que el evangelio es fuente de salvación y de vida, y que ha sido la potencia de Dios la que ha operado la salvación y la justicia, pasa seguidamente a las amenazas para infundir temor en los que no le hacen caso. Y comoquiera que son muchos los hombres que se dejan arrastrar a la virtud no tanto por la promesa del premio, cuanto por el temor al castigo, los atrae alternando exhortaciones y amenazas". San Juan Crisóstomo, Homilía 3 sobre la carta a los Romanos.