"Cuándo al contemplar, en la oración, las perfecciones y obras, de Dios, llega a nosotros un rayo de la luz divina, ¿cuál es el primer movimiento de nuestra alma? El del abatimiento y anonadamiento en la adoración. Esta actitud de adoración es “la verdadera actitud”‘ que puede tener la criatura, como tal, ante el acatamiento de Dios". Dom Columba Marmion O.S.B., La Trinidad en nuestra vida espiritual, 3° parte, 1.