"Las ocasiones de servir a Dios en cosas grandes, raras veces se ofrecen, pero las pequeñas ocurren a diario; ahora bien, «el que es fiel en lo poco -dice el mismo Salvador-, le constituiré sobre lo mucho». Haz, pues, todas las cosas en nombre de Dios, y todas serán bien hechas. Ya comas, ya bebas, ya duermas, ya te recrees, ya des vueltas al asador, mientras sepas enderezar bien tus quehaceres, aprovecharás mucho en la presencia de Dios, sí haces todas las cosas porque Dios quiere que las hagas". San Francisco de Sales, Introducción a la vida devota, III, 35.