“No hay señal ni marca que distinga al cristiano y al que ama a Cristo como el cuidado de nuestros hermanos y el celo por la salvación de las almas”. San Juan Crisóstomo, Homilías sobre lo incomprehensible, 6, 3.
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9