“No queramos temer la muerte. El alma tiene por naturaleza el deseo de vivir… Cuando a Dios le pluguiere mandarnos la muerte, ni la huyamos ni la tengamos miedo, sino que la abracemos con ánimo y escojamos vivir la vida futura mejor que la presente”. San Juan Crisóstomo, Homilía 84 sobre el Capítulo 19 de San Juan.