“Cuando
en la vida de los santos leemos que convirtieron almas, mucha más devoción me
hace y más ternura y más envidia que todos los martirios que padecen; por ser
ésta la inclinación que Nuestro Señor me ha dado, pareciéndome que precia más un
alma que por nuestra industria y oración le ganásemos mediante su misericordia
que todos los servicios que le podamos hacer”. Santa Teresa de Jesús, O.C.D.,
Fundaciones, C.1, p.2.