“La
acción de gracias después de la Misa no habría de terminar sino
con el día [...]. El tiempo que sigue a la Misa es tiempo de
negociar con Dios y de hacerse con tesoros celestiales”. San
Alfonso María de Ligorio, Misa y Oficio atropellados.
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9