"El don
de la fe, al cual siguen en las almas por gracia de Dios tan
incomparables riquezas, exige que sin cesar mostremos nuestra
gratitud al Señor, su divino Autor". Pío XII, Encíclica Fidei
Donum, 1.
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9