"Porque es bien poca cosa para el monje haber renunciado una vez, es decir, haber despreciado los bienes caducos en el principio de su conversión, si no sigue renunciando a ellos todos los días". Casiano, Colationes 24,2.
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9