“La ingratitud es enemiga de la gracia: obstruye los canales de la gracia; allí donde ella está ya no tiene acceso la gracia, ya no hay lugar para ella”. San Bernardo de Clairvaux, Sermón 2, in Dom. 6 Pentec.
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9