“Todos vosotros hermanos míos, si estáis condenados a ver el triunfo del mal, no lo aclaméis jamás, no digáis jamás al mal: tú eres el bien; a la decadencia: tú eres el progreso; a la noche: tú eres la luz; a la muerte: tú eres la vida… Oponed a ello la energía de vuestras obras y de vuestros esfuerzos”. Cardenal Pie.