“Si alguno de vosotros ya no se siente tantas veces o no tan frecuentemente los movimientos de ira, de envidia, de lujuria y de las demás pasiones, dé las gracias al Cuerpo y Sangre del Señor, porque la virtud del sacramento obra en él”. San Bernardo de Clairvaux, Serm. De bapt. Et sacram. Altaris n° 3.