"Nuestro Salvador Jesucristo instituyo en su Iglesia el sacramento de la Penitencia al dar a los apóstoles y a sus sucesores el poder de perdonar los pecados; asi, los fieles que caen en el pecado después del bautismo, renovada la gracia, se reconcilien con Dios. La Iglesia, en efecto, posee el agua y las lagrimas, es decir, el agua del bautismo y las lagrimas de la penitencia". San Ambrosio de Milán, Epístola 41.
sábado, 30 de julio de 2011
jueves, 28 de julio de 2011
Ponte de acuerdo con Dios
"Reinar en el cielo es estar íntimamente unido a Dios y a todos los santos con una sola voluntad, y ejercer todos juntos un solo y único poder. Ama a Dios más que a ti mismo y ya empiezas a poseer lo que tendrás perfectamente en el cielo. Ponte de acuerdo con Dios y con los hombres—con tal de que estos no te aparten de Dios—y empiezas ya a reinar con Dios y con todos los santos. Pues en la medida en que estés ahora de acuerdo con la voluntad de Dios y de los hombres, Dios y todos los Santos se conformaran con la tuya. Por tanto, si quieres ser rey en el cielo, ama a Dios y a los hombres como debes, y merecerás ser lo que deseas". San Anselmo de Aosta, Carta 112 a Hugo el recluso.
martes, 26 de julio de 2011
Poseer el Reino de los cielos
"Cuando conozcas a Dios tal cual es, tendrás un cuerpo inmortal e incorruptible como el alma, y poseerás el Reino de los cielos. Puesto que, durante la vida terrestre, has reconocido al Rey celestial, serás el familiar de Dios y el coheredero de Cristo, y no más esclavo de las pasiones, de las codicias y de las enfermedades". San Hipólito, Refutacion de todas las herejias, libro 10, 33-34.
domingo, 24 de julio de 2011
Darse y servir sin trabas a Cristo
"A veces (la voluntad) parece resuelta a darse y servir sin trabas a Cristo, pero quiere contar al propio tiempo con el aplauso y favor de los hombres. Incluso diríase que, en ocasiones, esta dispuesta a confesar la verdad, a despecho de las consecuencias; mas se inhibe luego ante el compromiso, y solo lo hace cuando no causa disgusto a nadie [...]. Indudablemente, una voluntad así no nos permitiría llegar nunca a la verdadera santidad". Casiano, Colaciones, 4, 12.
viernes, 22 de julio de 2011
No disimular las propias faltas
"No quisiera que ignoraseis, hermanos míos, de qué modo se baja, o por mejor decir, se cae en estos caminos. El primer escalón es el disimulo de la propia flaqueza, de la propia iniquidad y del propio fracaso, cuando perdonándose el hombre a sí mismo, autoconsolándose, se engaña. El segundo escalón es la ignorancia de sí[...]. ¿Qué más lógico que no ver sus llagas, especialmente si las ha tapado con el fin de no poderlas ver? De esto se sigue que, ulteriormente, aunque se las descubra Otro, defienda con tozudez que no son llagas, dejando que su corazón se abandone a palabras engañosas para buscar excusas a sus pecados". San Bernardo, Sermón sobre el Salmo 50.
miércoles, 20 de julio de 2011
No apartarse de la presencia de Dios
"Leemos en la historia que, viéndose un solitario muy fuertemente tentado, oyó a su superior que le decía: ¿Quieres, amigo mio, que pida a Dios te libre de tus tentaciones? —No, padre mío, contestó el solitario, puesto que ello contribuye a que nunca me aparte de la presencia de Dios, toda vez que tengo continua necesidad de acudir a Él para que me ayude a luchar". Santo Cura de Ars, Sermón sobre las tentaciones.
lunes, 18 de julio de 2011
Volver al combate
"Un jefe en el campo de batalla estima más al soldado que, después de haber huido, vuelve y ataca con ardor al enemigo, que al que nunca volvió la espalda, pero tampoco llevó nunca a cabo una acción valerosa". San Gregorio Magno, Homilía 34 sobre los Evangelios.
sábado, 16 de julio de 2011
Combatir, a pesar de las heridas
"Cuando un soldado que está combatiendo recibe alguna herida o retrocede un poco, nadie es tan exigente o tan ignorante de las cosas de la guerra que piense que eso es un crimen. Los únicos que no reciben heridas son los que no combaten; quienes se lanzan con más ardor contra el enemigo son quienes reciben los golpes". San Juan Crisóstomo, Exhortación II a Teodoro, 5.
jueves, 14 de julio de 2011
No vacilar en la certeza de la esperanza
"Ni la cantidad, ni la calidad de los males que hemos cometido nos hagan vacilar en la certeza de la esperanza. Aumenta mucho nuestra confianza el hecho del buen ladrón, el cual no era bueno sino ladrón. Pensad bien cuan incomprensibles son en Dios las entrañas de misericordia. Este ladrón, que había sido preso en el camino con sus manos manchadas en sangre, fue colgado en el patíbulo de la cruz; en el confesó, en el fue sanado y en el merecio oir: Hoy estaras conmigo en el paraíso. ¿Que significa esto? ¡Quien podrá explicar debidamente la bondad de Dios! En vez de recibir la pena debida por nuestros crímenes, recibimos los premios prometidos a la virtud. El Señor ha permitido que sus elegidos incurran en algunas faltas para dar esperanza de perdón a otros que yacen agobiados bajo el peso de sus culpas, si acuden a Dios con todo su corazón, y ademas les abre el camino de la piedad por medio de los gemidos de la penitencia". San Gregorio Magno, Homilía 20 sobre los Evangelios.
martes, 12 de julio de 2011
No desesperar de los malos
"Estáis viendo en la Iglesia a muchos cuya vida no debeis imitar, pero tampoco desesperar de ellos. Hoy vemos lo que son, pero ignoramos lo que sera cada uno en el día de mañana. A veces, el que vemos que viene detrás de nosotros llega por su industria y agilidad a adelantarnos en las buenas obras, y apenas podemos seguir mañana al que nos parecía aventajar ayer. Cuando San Esteban moría por la fe, Saulo guardaba los vestidos de los que le apedreaban". San Gregorio Magno, Homilía 19 sobre los Evangelios.
domingo, 10 de julio de 2011
Preocupados de la salvación ajena
"Nada hay más frío que un cristiano despreocupado de la salvación ajena. No puedes aducir tu pobreza como pretexto. La que dio sus monedas te acusará. El mismo Pedro dijo: No tengo oro ni plata (Hech 3, 6). Y Pablo era tan pobre que muchas veces padecía hambre y carecía de lo necesario para vivir. Tú no puedes pretextar tu humilde origen: ellos eran también personas humildes, de modesta condición. Ni la ignorancia te servirá de excusa: ellos eran todos hombres sin letras. Seas esclavo o fugitivo, puedes cumplir lo que de ti depende. Tal fue Onésimo, y mira cuál fue su vocación... No aduzcas la enfermedad como pretexto, Timoteo estaba sometido a frecuentes achaques [...] Cada uno puede ser útil a su prójimo, si quiere hacer lo que puede". San Juan Crisóstomo, Homilía 20 sobre los Hechos de los Apóstoles.
viernes, 8 de julio de 2011
Cumplamos nuestro deber de levadura
"Cristo nos ha dejado en la tierra para que seamos faros que iluminen, doctores que enseñen; para que cumplamos nuestro deber de levadura; para que nos comportemos como ángeles, como anunciadores entre los hombres; para que seamos adultos entre los menores, hombres espirituales entre los carnales, a fin de ganarlos; que seamos simiente y demos numerosos frutos. Ni siquiera sería necesario exponer la doctrina si nuestra vida fuese tan radiante, ni sería necesario recurrir a las palabras si nuestras obras dieran tal testimonio. Ya no habría ningún pagano, si nos comportáramos como verdaderos cristianos". San Juan Crisóstomo, Homilía 10 sobre la 1ª Epístola a Timoteo.
miércoles, 6 de julio de 2011
No hagamos ningún caso de las críticas
"No os apenéis ni os llenéis de abatimiento. También los Apóstoles eran para unos olor de muerte, y para otros olor de vida. No demos nosotros motivo alguno a la maledicencia y estaremos libres de toda culpa, o, para decirlo mejor, mayor aún será nuestro gozo ante esas falsas acusaciones. Brille, pues, el ejemplo de nuestra vida, y no hagamos ningún caso de las criticas. No es posible que quien de verdad se empeñe por ser santo deje de tener muchos que no le quieran. Pero eso no importa, pues hasta con tal motivo aumenta la corona de su gloria. Por eso, a una sola cosa hemos de atender: a ordenar con perfección nuestra propia conducta. Si hacemos esto, conduciremos a una vida cristiana a los que anden en tinieblas". San Juan Crisóstomo, Homilía sobre San Mateo, 15.
lunes, 4 de julio de 2011
Para ser útil a las almas del prójimo
"Tú, por tanto, que deseas ser útil a las almas del prójimo, primero acude a Dios de todo corazón y pídele simplemente esto: que se digne infundir en ti aquella caridad que es el compendio de todas las virtudes, ya que ella te hará alcanzar lo que deseas". San Vicente Ferrer, Tratado de la vida espiritual, 13.
sábado, 2 de julio de 2011
Alimentar con el sustento de la palabra
"También puede ocurrir que no tenga pan que dar de limosna al indigente; pero quien tiene lengua, tiene algo más que poder dar, pues alimentar con el sustento de la palabra el alma, que ha de vivir para siempre, es más que saciar con pan terreno el estómago del cuerpo, que ha de morir". San Gregorio Magno, Homilía 6 sobre los Evangelios.
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