“Cuando Dios castiga a los malos, obra con justicia, porque lo merecen, y cuando los perdona, es justo, porque obra con arreglo a su bondad”. San Anselmo de Aosta, O.S.B., Proslogion, c. 10.
Non nobis, Domine, non nobis, sed nomine tuo da gloriam. Psal 113, 9