“Yo te prometo, en el exceso de misericordia de mi Corazón, que su amor todopoderoso concederá a cuantos comulgaren nueve primeros viernes de mes seguidos la gracia de la penitencia final, o sea, que no morirán en desgracia mía sin recibir los sacramentos y que mi Corazón se constituirá en seguro asilo de ellos en aquel momento”. Palabras de Nuestro Señor a Santa Margarita María de Alacoque, Vida y Obras, Ed. 3ª, T. 2, P. 2ª, cart. 87).